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viernes, 4 de octubre de 2013

LAS ANALOGÍAS DE LA RIBEIRA SACRA: EL VINO Y LA CASTAÑA.

Vaya por delante a modo de aclaración que estas líneas que estáis leyendo ahora mismo no poseen rigor científico alguno. No dispongo de ningún tipo de informe o estudio agroalimentario que justifique mis palabras. Simplemente, lo que escribo, responde a una necesidad vital de rendir un sincero homenaje a la tierra que me vio nacer y que niña tanto detesté y ahora tanto adoro. ¡Bendita madurez y serenidad la que te aportan los años!
La Ribeira Sacra es mucho más que naturaleza, paisaje, ríos y angostos cañones de vistas espectaculares. Las gentes que han habitado desde tiempos inmemoriales estas tierras han sabido ver su potencial como tierras fértiles y han sabido, quizá por esas agudeza de ingenio que te dan los malos tiempos, trabajarlas, cuidarlas y conseguir así mantener un dignísimo nivel de vida. Y es que si nos imaginásemos situados en medio del Sil, subidos a un barco, podríamos parafrasear al gran Espronceda con toda la humildad posible y decir aquello de “uva a un lado, castaña al otro y allá en su frente, la inmensidad”.
Porque la Ribeira Sacra también es riqueza culinaria. De la uva, de la Denominación de Origen Ribeira Sacra y de la archiconocida Viticultura Heroica poco queda ya por decir. De sobra conocidos y admirados son sus caldos producto no sólo de la climatología especial de la zona sino también de las características inigualables de sus suelos y  famosos son también sus bancales de piedra hechos así para facilitar vendimias pero también porque la piedra mantiene el calor del sol que favorece el desarrollo de la vid.
Pero ésta sólo es una parte de la Ribeira. Porque como decíamos, si miramos al otro lado, nuestra vista se pierde en bosques de castaños centenarios, algunos tan altos, que, al igual que ocurre con las catedrales góticas, parecen querer crecer para estar más cerca de la Perfección. Y esta parte es mucho menos conocida. Quizá porque la castaña de la zona aún no tiene una Denominación de Origen o quizá porque aún no hay estudios que demuestren las propiedades de este producto, que sin duda las tiene. El caso es que así como hay una “Viticultura Heroica” también hay una, por decirlo de alguna manera, “Catañeira Heroica”(uso el término “castañeira” que en gallego alude a la época del año en la que se recogen las castañas). Porque muy pocos saben que en las laderas empinadas del otro lado del Sil, los agricultores de la zona, también bajan hasta la misma orilla de los ríos a recoger el fruto; que, al igual que con la uva, las castañas se recogen en sacos que serán transportados a la espalda de los agricultores hasta las llanuras en donde se quedan los coches. Que a la dificultad del terreno se añade que los caminos están a menudo cubiertos de maleza debido al progresivo abandono de estas tareas por el envejecimiento poblacional, que la mayoría son tan sólo vías estrechas compartidas a partes iguales por los humanos y la fauna de la zona como el jabalí, que destroza a su paso los senderos. Y que al igual que la uva se distribuye en bancales, los terrenos aquí se organizan en “gavias” (palabra gallega cuyo significado en castellano desconozco y que hace referencia a pequeños balcones que los agricultores crean en la tierra para evitar que la castaña, en su caída, ruede hasta el fondo del terreno).
Quizá algún día, espero que no muy lejano, dispongamos de estudios que nos hablen de las propiedades de la castaña de la Ribeira Sacra y que la designen como una variedad única y propia de esta zona. Porque aunque la provincia de Ourense es rica en este producto, sin desmerecer a las demás, estoy convencida que en poco o nada se parece la castaña de la Ribeira Sacra a la de otras partes de la provincia. Me remito a la sabiduría popular cuando digo que la castaña ribeirana es de tamaño mediano y de un color rojizo brillante; que cuando la abres tiene una piel interior de color amarillo pajizo bastante dura porque su función es proteger a la castaña de los pinchos de los erizos en los que crecen y que al cocinarla, en cualquiera de sus variedades culinarias, su sabor es diferente.
Es un producto tan típicamente nuestro, al que sucesivas generaciones de gallegos le deben tanto, que hasta tiene una fiesta propia. El Magosto es una fiesta tradicional que consiste básicamente en reunirse en torno a una hoguera en cuyas brasas se asarán lentamente las castañas y una vez, hechas, en su degustación y disfrute acompañadas de un pedazo de pan de leña y un buen vino, como no, de la Ribeira Sacra.

Ha llegado el otoño y con él el esplendor de los productos de esta tierra. Desde aquí quedáis todos invitados al próximo magosto y así podréis decirme si tengo razón o no y en ese caso, si debería tener mayor rigor científico. ¡Salud!

viernes, 20 de septiembre de 2013

EL FINAL DEL VERANO...QUE TRAIGA LLUVIA

Cuando estamos más cerca de octubre que de septiembre, cuando los días ya decrecen, cuando el tiempo libre ya escasea, en Galicia, y sobre todo en el interior, seguimos por encima de los 30º. Y como estamos en el país del “nunca llueve a gusto de todos”, esto tiene lógicamente su parte buena y su parte mala.
Los amantes del sol, del calor y del verano eterno están encantados porque pueden seguir saliendo a la calle en mangas de camisa (excepto a primera hora de la mañana), porque pueden seguir luciendo moreno al pie de playas, ríos, termas y embalses y porque pueden seguir tomando un café en una terracita hasta bien entrada la madrugada. Sin embargo, los que ya están aburridos del calor, de no poder conciliar el sueño hasta cinco minutos antes del sonido del despertador y los que viven del comercio textil, por ejemplo, están rezando que llueva.
Y luego estamos aquellos que pedimos a gritos la lluvia por motivos algo más prosaicos y un poco menos económicos; para que podamos poner fin a la temporada de incendios forestales.
Este año son ya muchas las hectáreas consumidas por el fuego en Galicia, bueno, este año y todos los años porque esto se ha convertido en la pesadilla de todos los veranos. Esta vez han sido especialmente dañinos tanto en pérdidas materiales como paisajísticas. Nos hemos cargado el Monte Pindo cargándonos de paso la oportunidad de todos aquellos que no lo conocían de disfrutar de sus vistas, de su naturaleza, de su privilegiada situación en el mapa. Hemos vuelto a ver la costa y la montaña vestidas de negro y el miedo y la desesperación de quienes se sienten impotentes ante el fuego. Y nos hemos cargado partes de la Ribeira Sacra y de los Cañones del Sil cuando lo que deberíamos hacer es todo lo humanamente posible para conservar y proteger tal cantidad de patrimonio (cultural, artístico y natural) por metro cuadrado. Y esto por no hablar del Parque da Baixa Limia-Xurés que se quemó hace un par de veranos.
Dicen de los gallegos estamos hechos de otra pasta y sabemos reponernos de estas situaciones, sobre todo porque nunca nos ha quedado otra alternativa y no me cabe la menor duda de que al igual que limpiamos piedra a piedra el petróleo del Prestige, reforestaremos hectárea a hectárea la superficie arbolada perdida.
Pero aún así no puedo dejar de preguntarme qué intereses hacen que en Galicia se queme más masa forestal que en el resto de CCAA, por qué no hay una ley forestal que por lo menos intente paliar la situación, por qué no se aumentan las penas para los pirómanos y sí para aquellos que roban por hambre y por qué parece no interesarle a nadie que se queme aquello que nos da de comer y que es parte de nuestra identidad como pueblo.

Sé que hay muchas respuestas posibles pero no consiguen satisfacerme así que a la espera de que los que mandan digan o hagan algo que no me haga sentir vergüenza de vivir en este país, dejo esta reflexión porque sé que sois muchos los que sentís como yo y porque al fin y al cabo las penas compartidas, pesan menos.

viernes, 30 de agosto de 2013

PIENSA EN VERDE: PROPUESTAS DE MERCADO PARA LA RIBEIRA SACRA.

Son ya varios los artículos en los que insisto en que hay que concienciar a los jóvenes de que la Ribeira Sacra es un buen sitio para emprender, un entorno que lo acepta casi todo porque no tiene casi nada, unos cuantos ayuntamientos hermanados los de Lugo y los de Ourense que han de apostar por el turismo sostenible que genere a su vez otro tipo de actividades que dinamicen la zona y la hagan más visible para el gran público. Pues bien, para que nadie piense que me limito a decir lo que se debería hacer pero no propongo nada, ahí van una serie de propuestas de posibles “nichos de mercado” que deberían darse a conocer en las facultades y en los institutos, a fin de que nuestros alumnos sepan que pueden emprender y que tienen sitio para hacerlo. Además, en septiembre la Xunta planea poner en marcha la unidad “Galicia Emprende” que permitirá entre otras cosas, valorar la viabilidad de un proyecto en sólo un mes o crear una empresa en 24 horas. Independientemente de que la ley de emprendimiento de Galicia sea más o menos buena, por lo menos, reduce los trámites legales, lo cual, de por sí, ya es una gran ayuda.
Pero a lo que iba, aquí dejo mi modesta opinión de aquellos negocios que podrían tener futuro en la Ribeira Sacra:
1.      Empresas de ámbito turístico: evidentemente, si hablamos de una zona que ha de posicionarse como destino turístico, con el hándicap que además supone ser un destino de interior, las empresas relacionadas con el turismo, han de ser las locomotoras que tiren del tren. Hoteles o casas rurales, empresas de actividades de ocio y tiempo libre, pero también, empresas que se ocupen del público infantil o iniciativas que faciliten el transporte a grupos de turistas, tienen cabida y público en la zona.
2.      Empresas de ámbito social: si en varias ocasiones hemos dicho que uno de los principales problemas de la zona es el envejecimiento de la población, tendrán que surgir propuestas que cubran las necesidades de la tercera edad y de sus familias desde el ofrecimiento de masajes terapéuticos al apoyo psicológico.
3.      Empresas de ámbito medioambiental: en una zona con tanta riqueza paisajística, la naturaleza también puede suponer un reto a la hora de trabajar. La limpieza y el acondicionamiento de caminos, de bosques, la explotación de la madera de una forma respetuosa y sostenible, la iluminación de las zonas rurales de forma más eficiente o la gestión de residuos, tanto los de origen vegetal como los orgánicos, pueden ser un gran nicho de negocio que además, supondrán un gran ahorro para los ayuntamientos implicados.
4.      Empresas de ámbito tecnológico: ni que decir tiene que el convertir la zona en un lugar con acceso a las nuevas tecnologías es un reto para todas las compañías del sector.

Ni que decir tiene que todo esto es la pescadilla que se muerde la cola, la aparición y el éxito de unas iniciativas llevarán la aparición de otras complementarias y lo bueno, lo mejor, es que los primeros pasos ya están dados así que como decía al principio, quizá lo único que nos falte es ponerse manos a la obra. ¿Os animáis?.

martes, 20 de agosto de 2013

CUATRO PALABRAS: RIBEIRA SACRA PATRIMONIO HUMANIDAD

¡Y qué cuatro palabras! Parece mentira que en tan pocos vocablos se pueda decir tanto, que estas palabras encierren tanto valor, tanta naturaleza, tanta historia y tantos sueños. Así somos los humanos, capaces de dotar de un simbolismo enorme a tan sólo cuatro palabras y al mismo tiempo, de dejar que esas mismas palabras caigan en el olvido.
Aunque para ser justos he de decir que en las últimas semanas la vieja reivindicación de la declaración de la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad se ha retomado con un nuevo impulso porque otra cosa que también se nos da bien a los humanos es ser “cansinos” hasta la saciedad, o dicho de forma menos coloquial, ser tenaces y persistentes cuando lo que queremos conseguir nos importa. Y está claro que la Ribeira Sacra, a los que la vivimos y la sufrimos, a los que la conocemos y la publicitamos, a los que la escuchamos en sus sonidos y sus silencios, nos importa. Y mucho.
Por eso no nos cansamos de pedir su inclusión en la lista de Bienes declarados Patrimonio de la Humanidad.
Y aquí voy a hacer un breve inciso: se habla y se seguirá hablando de este tema, pero, ¿sabemos, sabe el público en general, lo que se le exige a un bien y al país en que se encuentra ese bien, a la hora de su declaración como Patrimonio de la Humanidad?. Sin pretender entrar en temas jurídicos que se me escapan, lo que sí quiero es hacer llegar a todos aquellos que lean estas líneas unas nociones básicas de lo que la UNESCO exige en estos casos.
Para comenzar, al bien, en este caso natural, que pretenda optar a la declaración se le pide entre otras cosas que “contenga fenómenos naturales extraordinarios o áreas de una belleza natural y una importancia estética excepcional”. Nadie pone en duda a estas alturas la belleza natural ni la importancia estética excepcional de la Ribeira Sacra. Además la zona encierra otra de esas características valoradas en dichas declaraciones y es que “constituya un ejemplo sobresaliente de hábitat o establecimiento humano tradicional, representativo de una cultura o de culturas ahora vulnerables por el impacto de un cambio irreversible”. Si la viticultura heroica no es representativa de una cultura vulnerable, entonces no sé lo que es. Es una cultura que se pierde si nadie lo remedia, si entre todos no lo evitamos, porque el envejecimiento de la población y los pocos alicientes que se le ofrecen a nuestros jóvenes en este sentido son problemas serios para la zona.
Por otro lado, la Convención sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural, (París, 1972) explica que “ un Bien declarado Patrimonio de la Humanidad es un legado de la comunidad internacional y su presencia en un determinado país, le exige a este país un incremento de imaginación, preocupaciones y gastos para conseguir su protección y defensa”. Es decir, en este caso el gobierno español estaría obligado a velar por la protección y defensa de la Ribeira Sacra. Pero claro, en estos momentos, el Estado no está por la labor de incrementar ni preocupación ni mucho menos gastos en nada. A esto hay que sumarle que las empresas hidroeléctricas con grandes intereses económicos en la zona tienen la sartén por el mango porque les basta con amenazar a los gobiernos locales, al autonómico y al central con una pérdida numerosa de puestos de trabajo y, sobre todo, de beneficios económicos para dichos gobiernos para que éstos hagan la vista gorda y miren hacia otro lado.
 Y no se puede olvidar que lo que se le exige al gobierno español en este caso no es poco. Si tenemos en cuenta que España posee 40 de los 831 bienes inscritos en la lista de la UNESCO, el esfuerzo, sobre todo económico, no es pequeño. Y a esto hay que unirle problemas más domésticos como la duplicidad de competencias entre el gobierno central y los autonómicos, asunto en el que no voy a entrar porque supone tal caos que me temo no sabría salir del asunto.
Resumiendo, que la zona cumple con todos los requisitos y más para poder ser incluida como Patrimonio de la Humanidad pero que también debemos apoyar al gobierno para que ese aumento de esfuerzo económico no sólo pese en la balanza de lo público. Es necesario atraer financiación privada y para eso hay que seguir insistiendo en el potencial que encierran los Cañones del Sil, del Mao, y de toda la Ribeira Sacra en general. Tenemos que seguir insistiendo en hacer de la zona uno de los principales destinos turísticos del interior de Galicia, demostrar a los turistas que a veces, que llueva o que haga niebla no significa que el destino no sea de alta calidad, pero sobre todo, tenemos que convencer a nuestros jóvenes de que hay futuro aquí porque mientras no consigamos eso, mientras ellos no conozcan, amen y apuesten por la zona, desde luego, Europa no lo va a hacer.

Sé que la tarea es ardua y el camino lento pero somos gallegos y ¿alguien ha visto alguna vez rendirse a un gallego?.

lunes, 29 de julio de 2013

EL CROWDFUNDING ESTÁ DE MODA

Antes de empezar este post quiero pedir disculpas a los profesionales, expertos o conocedores de la materia por los errores que pueda cometer en mi exposición y que seguro serán errores de principiante pues la verdad, me declaro bastante inculta en este tema. Espero sepan disculparme.
¿Qué es el crowdfunding? Para decirlo de un modo lo más coloquial posible me he sacado de la manga esta definición “de andar por casa” que espero se ajuste a la realidad lo más posible. Por lo que yo entiendo, el crowdfunding es una modalidad de financiación colectiva y voluntaria destinada a salvaguardar cualquier cosa que tenga un interés común, sea un bien, una institución, un paisaje, etc.
Hace relativamente poco tiempo que se escucha esta expresión, por lo menos en nuestro país, que ya sabemos que en estos temas siempre solemos llevar bastante retraso con respecto al resto de países desarrollados. Imagino que el crowdfunding es un fruto más de la tan manida crisis económica, fruto de aquel viejo refrán que decía que el “hambre agudiza el ingenio”, evidentemente llevado a otro contexto. Pero lo cierto es que para ser tan reciente, su uso se ha generalizado de forma extraordinaria y hoy tenemos un buen puñado de ejemplos que se han acogido a esta “moda”. Si hace poco escuchábamos en las noticias que personalidades de todo el mundo colaboraban en la salvación económica de un club de fútbol de nuestro país, recientemente hemos visto y leído que también La Catedral, nuestra catedral, la catedral por excelencia, la de Santiago de Compostela, necesita del apoyo de todos aquellos que sientan por ella ese amor del que hemos hablado otras veces, para hacer frente a diferentes restauraciones.
Personalmente me parece una muy buena opción. Me parece justo que todos (entiéndase, los que puedan, que todos sabemos la que está cayendo) los que disfrutamos del patrimonio, en este caso de la catedral, dando los “croques” en la entrada, abrazándonos al Apóstol, o viendo el espectáculo del Botafumeiro, colaboremos en la conservación del mismo. Lo que ya no me parece tan justo es la cuota mínima, pero eso, es otro tema.
A lo que voy, que está claro que con el extensísimo patrimonio cultural y natural que tenemos por suerte en este país, las instituciones no pueden hacer frente a todo y que, como he dicho, me parece una buena idea. Pero ante esta misma reflexión se me plantea una duda: ¿vamos a poder colaborar en todo?. Es decir, si el baremo para pedir la colaboración ciudadana es el cariño  por lo que se quiera salvar, gente como yo, que amamos el patrimonio más allá de los recuerdos personales que nos aporten sino porque sabemos leer su historia, ver su valor y preveer su futuro, lo vamos a tener francamente difícil porque dicho coloquialmente, no hay bolsillo que lo resista.
Vuelvo al ejemplo de la Catedral; ¿cómo no voy a querer colaborar en su restauración? Claro que quiero, pero también quiero colaborar con la restauración de la Catedral de Ourense cuyas humedades están destruyendo sus muros y las ricas policromías del Pórtico del Paraíso, o el Santuario de Nuestra Señora de Las Ermitas, con problemas estructurales graves que amenazan con hacer desaparecer parte del templo, o Santa María de Oia, cuya proximidad al mar hace que el salitre provoque serios problemas en sus piedras, etc. Y esto es sólo un ejemplo, porque en mi opinión personal, hay también muchas iniciativas que necesitan también un apoyo económico y menciono aquí a los amigos de “O sorriso de Daniel” porque me parece fantástico el trabajo de limpieza y conservación de muchos bienes que realizan simplemente con la colaboración de sus amigos o socios, sin sueldo, sin medios, llueva o haga sol y simplemente por amor al arte, y nunca mejor dicho.

Resumiendo, que el crowdfunding me parece muy interesante como iniciativa pública pero que en ningún caso puede ser la excusa para que las instituciones hagan la vista gorda y miren hacia otro lado. Hay mucho que conservar y todos somos necesarios. 

viernes, 12 de julio de 2013

…Y LA LUZ SE HIZO.

Todos los que nos sentimos atraídos por el arte, sea por afición o por profesión, y en cualquiera de sus manifestaciones, sabemos de la importancia que la luz ha tenido en las obras de los grandes maestros a lo largo de la historia; recordemos sino los edificios de Mies Van Der Rohe construidos casi todos sobre finos  pilares en donde priman los grandes ventanales que dejan que la luz entre a sus anchas para que se refleje con  las distintas superficies, mármoles pulidos, vidrios y cortinas de agua; o la escultura, de la que ya el propio Leonardo dijo que en ella había dos tipos de luces, las luces interiores de cada obra con las que el escultor juega para crear volúmenes, y la luz del foco que la alumbra.
Y no hablemos ya de la pintura, disciplina en donde la luz ha sido siempre tan importante como el propio tema de la obra; la luz es el elemento que nos lleva a hablar de claroscuro;  ella que hace que una pintura se vuelva manierista, por la luz es por lo que en ocasiones  al propio Velázquez se le considera precursor de los pintores impresionistas (véase sino la “Vista del jardín de la Villa Médicis, en Roma”, pintada hacia 1630); ella que se descompone con la aparición de los Impresionistas o que se vuelve blanquísima, azulada y transparente en las obras de Sorolla.
Pues bien, volviendo al maestro Leonardo, tan importante es para cualquier obra de arte la luz interna, como la del foco que la alumbra. Ahí es a donde quería llegar y quería hacerlo porque ayer conocíamos la noticia de que el Museo del Prado, nuestra pinacoteca más importante, va a cambiar la iluminación de todas las salas del museo. El proyecto no es nada sencillo y se calcula que se tardará unos cuatro años en cambiar las bombillas tradicionales actuales por una nueva iluminación con la tecnología LED.
Lejos de querer adentrarme en la eterna discusión de si es más o menos rentable un proyecto de tal magnitud; hay que decir que dicha tecnología varía mucho la percepción que nuestro ojo tiene de la obra en cuestión porque es  una luz más blanca, más clara, que nos permitirá contemplar más claramente los colores originales de cada pintura o las policromías de las esculturas. Además, es una tecnología que reduce la emisión de calor lo que reduce también el deterioro de muchas obras, sobre todo pictóricas.

En fin, para terminar sólo decir que me parece una gran iniciativa y que ya estoy deseando ver las grandes obras del Prado bajo ese nuevo prisma. Me hago una idea de lo que será contemplar grandes obras como “El triunfo de la Muerte” o “El Jardín de las Delicias” en una misma sala y poder admirar más claramente todos los detalles y secretos que esconden y en este momento me gustaría disponer de una máquina del tiempo y poder viajar al futuro pero entonces me doy cuenta que el futuro no está tan lejos  así que habrá que esperar  porque una visita al Museo del Prado, desde luego, bien se lo merece.

miércoles, 26 de junio de 2013

ENAMORÁNDONOS DEL PATRIMONIO

Hace unos meses se publicaba en el Boletín de la Asociación para la Interpretación del Patrimonio (AIP) un artículo de Anna Escarpanter Llandrich titulado “El conocimiento del público condiciona el grado de placer turístico” en el que con muy buen criterio se juega con la palabra “conocimiento”. Digo que se juega porque esa palabra esconde un doble sentido; por un lado el conocimiento que el turista espera recibir cuando asiste a cualquier actividad interpretativa y el conocimiento que cualquier guía, museólogo o intérprete debe de tener de su público si pretende que su mensaje llegue a calar en sus visitantes.
Y es aquí en donde yo quiero incidir aportando mi granito de arena. Es tan importante que el mensaje que queremos transmitir impacte en nuestro público que de ello puede depender el éxito o el fracaso de nuestro trabajo. Como se dice en el mencionado artículo, todos somos público y por lo tanto, todos somos egocéntricos. Esto es algo que desde hace años se sabe y se maneja muy bien en campos como la publicidad; pensemos si no en qué tipo de mensaje publicitario recordamos con mayor facilidad; evidentemente será aquel al que inconscientemente hemos ligado algún momento de nuestra vida bien sea por la música evocadora, por el slogan impactante o porque nos ha hecho reír (o llorar, que también los hay).
Bien, pues en la interpretación del patrimonio sucede lo mismo. Es necesario conocer a nuestro público para poder llegar a impactarles. Y no se trata de hacer un test psicológico de cada uno de ellos sino que es mucho más sencillo; basta con hacer referencias a un pasado común; a un momento histórico relevante o simplemente usar la empatía, que no es más que ponerse en el lugar del otro, para que nuestro mensaje sea efectista y sobre todo efectivo. Además, el fin último de cualquier interpretación es que el visitante se “enamore” del recurso interpretado y ese verbo es esencial. Todos alguna vez nos hemos enamorado y sabemos que ese sentimiento va unido a otros como protección, respeto u orgullo. En el caso del patrimonio, si nuestro público se enamora del bien interpretado conseguiremos no sólo que al finalizar la visita se quede con un gran grato recuerdo sino que nazca en él la necesidad de respetar  y proteger ese bien y el orgullo de sentir que pertenece a algo.

Y para conseguir ese enamoramiento, los intérpretes o guías tenemos que manejar a la perfección el lenguaje y por supuesto debemos distinguir entre “charla” y “discurso”. Parecen sinónimos pero hay un leve matiz que los diferencia y es que “charla” tiene un carácter más informal, mientras que “discurso” lleva implícito un significado más académico, más serio. Una charla es aquello que se desarrolla en un ambiente amistoso y cómodo; el ambiente en el que queremos que se encuentre nuestro público.  El éxito de la charla dependerá evidentemente de nuestra actitud como intérpretes, actitud a la que Tilden denominó “El Ingrediente Inestimable” y ese ingrediente se tiene o no se tiene; se siente o se siente, por eso, y en la línea de otros artículos ya publicados en este blog, repito que no cualquiera puede ser intérprete del patrimonio. Si además de conseguir que nuestra charla llegue al público, podemos (si el recurso lo permite) hacer que los visitantes se involucren en cualquier actividad de campo, nuestro éxito estará asegurado al 100%.

martes, 18 de junio de 2013

LA SATISFACCIÓN DEL TRABAJO BIEN HECHO

Hoy escribo este post con el único objetivo de ensalzar el trabajo de los chicos del Departamento de Información y Didáctica de la “Cidade da Cultura” de Santiago de Compostela.
Recientemente he tenido el placer de visitar la exposición “Orinoco. Viaje a un mundo perdido” y de mi experiencia no puedo sino resaltar el lujo, lujazo, que es para la vista y los oídos dicha exposición. Una colección completa, perfectamente musealizada y sobre todo, lo que es más importante, interpretada. Resalto esto porque no es fácil hacer este tipo de exposiciones cuando tienes un espacio tan inmenso como el que tienen allí. Las propias dimensiones del complejo hacen que se corra el riesgo permanente de tener la sensación de vacío, de espacio sobrante y sobre todo de pérdida, de no saber cómo empezar a moverse. Uno se siente muy pequeñito en medio de la inmensidad. Más aún cuando es la única exposición que acoge el recinto en la actualidad. Será una complicada tarea llenar tales espacios con exposiciones lo suficientemente interesantes para el gran público, pero hay que recordar que el complejo aún es joven y que apenas ha echado a andar. Desde luego, el reto será cuando menos interesante.
Otro reto supuso el guiar por la exposición a grupos de niños y adolescentes; conseguir que se motivasen con lo que veían, que no se perdiesen en el edificio y sobre todo, que el visitar una exposición no fuera sinónimo de aburrimiento sino conseguir que saliesen de allí habiendo aprendido algo sobre una cultura tan diferente a la nuestra y a la vez tan cercana y que pasasen un buen rato.
Con este propósito, la gente del departamento de Información y Didáctica ideó un campamento infantil en la planta baja, campamento con colchonetas, pelotas, juegos, hamacas, etc en donde los niños pueden esparcirse y relajarse con total libertad al mismo tiempo que aprenden. Si además, saliese adelante el proyecto de pasar una noche en el museo en la que los niños se quedan a dormir en la instalación, sería, seguro, un gran éxito.
Así pues, finalizo ya dando muchos ánimos a estos chicos y chicas para que no dejen de imaginar y de proponer, porque demuestran con su trabajo que eso de la generación de jóvenes más preparada de Europa no es un mito, porque tienen talento y ganas de trabajar y porque eso se transmite al gran público, al que les visita y tiene el placer de conocerles, y porque seguro, seguro, que poco a poco irán consiguiendo grandes cosas.
Gracias Miguel por la visita a la “Cidade” y por extensión a Adriana por la compañía. Sois fantásticos.


lunes, 27 de mayo de 2013

¿PARA QUÉ SIRVEN LOS CENTROS DE INTERPRETACIÓN?

Quizá este artículo debería empezar por aclarar qué es la interpretación, pero hay montones de definiciones para esta disciplina así que no me voy a detener en explicaciones, citas, referencias bibliográficas ni estudios en profundidad sobre el tema, que, por cierto, los hay, y muchos y buenos. Simplemente me limitaré a decir que interpretar el patrimonio es tan sencillo y a la vez tan complicado como poner el sentido común y la sensibilidad personal de cada uno al servicio de lo que los ojos perciben. Si usted, ya sea como visitante o como profesional, carece de alguna de estas dos características, entonces, sin ánimo de ofender, dedíquese a otra cosa y a otro tipo de experiencia turística porque como profesional no va a conseguir que su público se vaya satisfecho y como visitante, se a aburrir soberanamente y no va a entender nada de lo que se intente transmitir. Y les explicaré el por qué.
Pongamos el caso de que usted es un profesional que trabaja en un “centro de interpretación”. En el mejor de los casos su tarea consistirá en recibir al público, saludarles amablemente, repartirles un folleto explicativo y guiarles a través del recorrido interpretativo. Si tiene usted la gran suerte de poder interactuar con el público y explicarles lo que van a ver  tiene dos opciones; o cerrar los ojos, relajarse, dejar que la belleza, la historia y la cultura intrínseca del patrimonio que va a explicar le calen la piel e interpretar; o memorizar un texto previamente escrito por alguien que seguramente tampoco entendió nada de lo que veía y “soltarlo” a bocajarro  a los incautos visitantes que entren en el recinto.
Por otro lado si usted es visitante de cualquiera de estos centros, apuesto a que la mayoría de las veces ha salido usted igual que ha entrado, que lo único que ha visto es un local lleno de paneles expositivos, fotos y alguna que otra video proyección que le han dejado con la sensación de que se podía haber ahorrado la parada y, lo peor, apuesto a que una vez fuera del centro, a la media hora usted no era capaz de recordar nada de lo que leyó en dichos paneles, suponiendo que sea usted de los que leen esos paneles. Yo, por ejemplo, nunca lo hago porque la experiencia me dice de antemano que no me van a servir de nada.
Qué quiero decir con todo esto. Que los mal llamados “centros de interpretación” no sirven para nada, excepto para justificar una serie de inversiones a menudo de bastantes cifras, que engorden el apartado de logros del programa político de cada partido en cuestión. Y es que en este país pasan los años y todo sigue igual. Ni siquiera ahora que vivimos en la época de los recortes, de la inexistencia de obra pública, de los endeudamientos de los poderes públicos, del debate sobre duplicidades, etc, etc, repito, ni siquiera ahora nuestros políticos quieren entender que, si tienes una cantidad de dinero “x”, la que sea, mejor apuesta por crear empleo serio y déjate de levantar edificios inútiles a los que les vas a poner un nombre tan inútil como su función.
Un recurso patrimonial, el que sea, no necesita ni necesitará nunca de un edificio en medio o en sus inmediaciones que se llame Centro de Interpretación, Centro de recepción de visitantes, o como quieran llamarlo. Un recurso patrimonial se interpreta por sí sólo; lo único que necesita es mantenimiento y cuidado y uno o dos intérpretes que transmitan al público su valor. Como ven, resalto la palabra intérpretes, porque otro error en el que caen continuamente nuestros sabios políticos es creer que cualquiera puede interpretar. El error es lógico porque ya me dirán que van a saber nuestros responsables políticos de charlas “amenas”, “pertinentes”, “organizadas” y “temáticas”; ni de audiencias cautivas o no cautivas ni de los diferentes tipos de charlas, que no discursos. Cierto es que un político no puede saberlo todo pero a menudo están rodeados de un sinfín de asesores que, al menos en este caso, tampoco se molestan por hacer bien su trabajo.  Pero en fin, éste es otro tema y tiempo habrá para analizarlo.

A lo que iba, y como conclusión, que todavía no hemos aprendido a poner en valor nuestro riquísimo y abundante patrimonio; que seguimos pensando que invertir el poco dinero público del que se dispone, y que por cierto sale de nuestros maltrechos bolsillos, en este tipo de centros es una buena inversión porque así en las próximos comicios electorales podremos presumir de haber apostado por nuestro patrimonio, que nuestros políticos siguen pensando que los turistas que nos visitan, nacionales o no, son tontos y comulgan con cualquier patraña que se les ofrezca y que mientras esto pasa, estamos perdiendo una cantidad de tiempo y dinero que será irrecuperable. Mientras en este país no entendamos ciertas cosas básicas y de “sentidiño” que se dice en mi tierra, ya nos podemos ir olvidando de salir airosos de ésta. 

viernes, 10 de mayo de 2013

EL TRISTE FINAL DE LA PELÍCULA


Había una vez un país en el todos sus habitantes eran felices, muy felices. La inmensa mayoría de los que allí vivían tenían un trabajo que les permitía llevar un digno estilo de vida, tenían sus casas, sus hijos, su mes de vacaciones, uno o dos coches por casa dependiendo si trabajaban mamá y papá o sólo uno de ellos, a los abuelos los veían de vez en cuando si éstos disfrutaban de su vejez apuntándose a los viajes para la tercera edad financiados por el gobierno, o los fines de semana si tenían que hacer de canguros ocasionales. En todas las casas de este país entraban buenos productos para la cena de Nochebuena y los Reyes siempre venían cargados de regalos aunque te hubieses portado mal o no hubieses aprobado en el cole. Si te ponías enfermo sólo que había que llamar a una ambulancia que te acercaba a un hospital en donde los mejores sanitarios te atendían siempre de la mejor de las maneras y, si te aburrías entre semana, siempre te podías ir al cine, al teatro o a disfrutar en cualquier cafetería del casco antiguo de conciertos de diferentes estilos musicales con actuaciones en directo. ¡Se vivía tan bien en ese país!
Se vivía tan bien que sus habitantes no se dieron cuenta de que estaban viviendo por encima de sus posibilidades ni de que se volvían avariciosos y codiciosos. Así que un día los dioses se enfadaron y decidieron enviarles un castigo a la altura de sus pecados. El castigo llegó en forma de crisis económica y fue devastador. Las mamás y los papás dejaron de trabajar, los bancos dejaron de prestar dinero y ya no se podían pagar las casas, se vendieron el o los coches, los abuelos dejaron de ir de vacaciones porque había que ayudar económicamente a los hijos, en Nochebuena ya sólo se ponía un plato de marisco y los Reyes empezaron a dejar ropa o calzado en vez de montañas de juguetes y cacharros electrónicos. Ahora ya no te podías poner enfermo porque la ambulancia te cobraba por llevarte al hospital y el personal sanitario había perdido su sonrisa porque habían visto cómo más de la mitad de sus compañeros también habían perdido su trabajo y ellos no daban abasto. Y si te aburrías, pues bajabas a pasear a la calle porque los cines y los teatros habían cerrado.
Ese país se llamaba y se llama aún hoy España. Lo que acabo de relatar suena a cuento pero no lo es. Hoy hemos sabido que Pontevedra será la primera capital de provincia sin salas de cine al cerrar sus puertas en breve la única que quedaba. Esto, unido al cierre de Alta Films, distribuidora cinematográfica de referencia, hace que los amantes del cine vistamos hoy de luto. ¿Cómo les vamos a explicar a las generaciones futuras que conocimos a Haneke, a Polanski o a Michael Moore sentados en un cine? Podrán conocer esas películas a través de Internet, claro, la red de redes que llega a todos los lados, pero ya nunca conocerán la magia de sentarse en un cine, frente a una gran pantalla y disfrutar de una película en versión original. ¡Qué triste!
¿Hasta cuando nos van a seguir quitando todo lo que habíamos conseguido estos políticos nuestros que sólo piensan en subir impuestos y rescatar bancos, a los que por cierto, no se les sube nada? ¿Nos van a seguir tomando el pelo con eso de que la cultura no es rentable? En tal caso, para ellos lo que no es rentable es tener una sociedad culta porque no se deja manipular y en un país donde los príncipes, los ministros y los banqueros juegan a “a ver quién roba más”, lo que interesa es silenciar a la opinión pública.
Para terminar, y como merece la ocasión, se me viene a la cabeza el título de una película de uno de los grandes, ¡TODOS A LA CÁRCEL!.

sábado, 27 de abril de 2013

NORMAS BÁSICAS PARA UNA BUENA RELACIÓN JEFE/EMPLEADO Y VICEVERSA.


Como el propio título indica hoy vamos a hacer un repaso de las normas básicas para el buen funcionamiento de cualquier empresa o entidad, sea pública o privada. Subrayaré lo de básicas porque, aunque lo son, y no sólo para el ámbito laboral, aún hay muchos empleados, y sobre todo muchos jefes, a los que se le supone una formación y una experiencia más elevadas, que se las saltan a la torera e incluso a veces, con conocimiento de causa.
Antes de empezar, ruego a todos los que me lean, que no se ofendan. Yo misma he sido y soy empleada y algún día pretendo ser jefa así que lo mismo me imprimo este texto y lo pego en un lugar bien visible de mi futuro despacho para tenerlo siempre presente… quién sabe.
Con todo esto, y siempre bajo mi punto de vista, empecemos:

1.      RESPETO: si usted que me lee es empleado, el respeto hacia el jefe es absolutamente imprescindible así que procure mantener un tono de voz cordial, muestre respeto hacia sus decisiones y si no está de acuerdo y le dejan, no demuestre su disconformidad blandiendo espadas ni poniendo el grito en el cielo. Sinceramente, hay formas mejores y más exitosas.

Si es jefe, no estaría de más recordarle que yo soy un/una “simple” trabajador/a y por lo tanto, no me insulte, no me ningunee y no crea que tengo la culpa de todos los males de su empresa porque es la pescadilla que se muerde la cola y como ya he dicho en el punto anterior usted es mi jefe y le debo respeto, el mismo que usted a mí.

2.      COMPROMISO: si el punto anterior se cumple por las dos partes, yo, como empleado no puedo sino comprometerme con la empresa desde el nivel más básico, es decir, me comprometo a ser puntual, a rendir lo máximo en mi trabajo, a no negarme a hacer horas extras si son necesarias y a poner todo mi esfuerzo y mi saber a disposición de los objetivos de la empresa.

Pero también el jefe tiene que comprometerse conmigo a facilitarme la conciliación de la vida laboral y profesional, a escuchar y en su caso debatir mis propuestas y sobre todo a permitirme crecer dentro de la empresa si eso fuese posible. Alguien dijo que alguna que crecer juntos es la mejor forma de crecer.

3.      COMPAÑERISMO: jefe y empleado han de ser ante todo compañeros. Con la cantidad de horas que en este país dedicamos al trabajo, es normal que toda relación se desgaste. Por eso es esencial un buen nivel de compañerismo, porque cuatro ojos siempre ven más que dos, cuatro orejas siempre escuchan más que dos y dos cerebros siempre funcionan mejor que uno. Y si aún así el problema persiste es bueno que el jefe en este caso, sepa parar, salir a tomar una refresco y oxigenar la cabeza con sus compañeros, y volver al trabajo. Piénselo, no es tan utópico lo que digo, a veces sólo es cuestión de echarle sentido común.

viernes, 19 de abril de 2013

LOS MONUMENTOS, ¿VALIOSOS O RENTABLES?


Ayer, 18 de abril de 2013, se celebró el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, que es el nombre correcto de tal evento, y lo aclaro porque todo el mundo sabe lo que es un monumento, pero lo de los “sitios” ya no está tan claro. Pues bien, según la Ley 16/1985 de 25 de junio de Patrimonio Histórico Español, un Sitio Histórico es “el lugar o paraje natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado, a tradiciones populares, creaciones culturales o de la naturaleza y a obras del hombre que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico”. Supongo que muchos os habréis quedado igual porque la definición tampoco aclara mucho todo sea dicho, pero quizá os aclare un poco más si os digo que son Sitios Históricos, por ejemplo, San Lorenzo de El Escorial (Madrid), La Granja de San Ildefonso (Segovia), El Balneario y los Jardines de Jabalcuz (Jaén), La Sierra de los Ancares (Lugo y León) o el Palmeral de Orihuela (Alicante), entre otros muchos.
Bien, pues con motivo de tal celebración en el día de ayer, en prácticamente todos los monumentos de este país y de parte del extranjero, se ponen en práctica numerosas iniciativas para ponerlos en valor y darlos a conocer al gran público. Permítaseme aquí que dude del éxito de tales iniciativas, sobre todo porque ayer fue un día laborable. Pero en fin, mejor eso que nada.
Y también con la excusa del Día Internacional han salido a luz montones de estadísticas de lo más variopintas. Una de las que me ha llamado la atención es la que juzga el valor de los monumentos para cada país. En esta estadística se dice que los monumentos más valiosos (y usan esa palabra) son, por este orden, La Torre Eiffel para Francia (544.000 millones de dólares), El Coliseo de Roma para Italia(114.000 millones de dólares) y La Sagrada Familia de Barcelona para España(112.000 millones de dólares). Para realizar esta lista, dice el estudio que se han tenido en cuenta diez parámetros de vivacidad económica, socio-cultural y empresarial, pero no aclara cuáles de ahí que me surja la siguiente pregunta: ¿se refieren a valiosos o a rentables?. Evidentemente si un monumento, como en el caso de la Torre Eiffel, supone casi una quinta parte del P.I.B de Francia, ¿ no se está teniendo en cuenta más en cuenta su rentabilidad que su valor?. La Torre Eiffel, El Coliseo, La Sagrada Familia, etc, son claros ejemplos de lo que potenciar el patrimonio puede suponer para un país aunque a veces el precio que hay que pagar para verlo quede un poco al margen de muchos bolsillos. Lo que pido desde aquí es que no se confunda “valor” con “rentabilidad” porque ya sabemos que el patrimonio cultural, rentable o no, tiene un VALOR incalculable por muchas matemáticas que se usen, porque de momento, todavía no se pueden cuantificar los siglos de historia, la vida de los monumentos o sitios ni el valor emocional que éstos tienen para los que como yo, nos declaramos enamorados de todos ellos.

lunes, 8 de abril de 2013

PEQUEÑOS GRANDES PASOS EN LA RIBEIRA SACRA


Hoy quiero compartir con vosotros un par de proyectos que empiezan a dar sus primeros pasos y que vienen a confirmar eso que ya he dicho en otras ocasiones de que en la Ribeira Sacra hay mucho que hacer porque todo está sin hacer. Espero que, al darlos a conocer, más gente se anime a seguir por este camino y entre todos ayudemos a consolidar la zona como destino turístico.
Hace escasamente un mes, se inauguraba un nuevo albergue en el ayuntamiento de Parada do Sil (Ourense) surgido de la restauración de una antigua fábrica hidroeléctrica que, además, había sido de las primeras en construirse en Galicia para canalizar el caudal del río Mao. En el año 2011 el ayuntamiento de Parada do Sil se propone su recuperación dotándolo de un proyecto coherente con la zona y realizando posteriormente una concesión a una empresa de turismo para su explotación. Hoy en día, la antigua fábrica ofrece los servicios de albergue turístico, cantina, centro de exposiciones, formación ambiental y actividades de turismo activo y recibe el nombre como no, de A Fábrica da Luz.
Su andadura acaba de comenzar pero creo sinceramente que si se realiza una buena gestión interna, no se puede esperar otra cosa que un éxito rotundo porque además de lo que ya comentaba anteriormente tiene una característica muy poco común en los alojamientos rurales de Galicia en general y de Ourense en particular, que a mi modo de ver la hacen diferente y es que tiene capacidad para 28 personas, algo inaudito en la mayoría de establecimientos rurales.
De todo corazón espero que tengan un gran éxito y que su esfuerzo y trabajo sirva de ejemplo para otros casos similares. Con mi visita ya cuentan y espero que con muchas más también.
El segundo proyecto al que quiero dar voz también se está llevando a cabo en el ayuntamiento de Parada do Sil y se trata de del primer Museo del Chocolate de Galicia, después de que la familia de Rosa Casares Prieto cediese la vivienda que sirvió de fábrica de chocolate al consistorio municipal. Al contrario que en A Fábrica da Luz, en este caso aún se está desarrollando el proyecto de rehabilitación para la apertura como museo pero la idea en sí ya me parece interesante, sobre todo para aquellos que, como yo, hemos nacido y vivido en la zona ¡sin enterarnos de que a unos kilómetros existía una fábrica de chocolate!
Como en el caso anterior sólo puedo desearles lo mejor y que el futuro museo haga las delicias de todos los visitantes. A mí personalmente ya se me hace la boca agua de solo pensarlo y se me ocurre que tal vez un día no muy lejano, los amantes de la Ribeira Sacra podamos pasar un fin de semana caminando entre castaños y monasterios románicos y descansar en un albergue con vistas al río mientras degustamos un sabroso chocolate y una copa de mencía. ¿A quién no le apetece?

miércoles, 20 de marzo de 2013

A PESAR DE LO QUE DIGA EL PRESI, SIGO SIENDO JOVEN


El pasado mes de febrero este nuestro gobierno nos daba una “buena noticia”, lo cual ya es noticia en sí misma. Después de muchas horas de reunión, arduas jornadas de trabajo, interminables sesiones negociadoras, sin apenas dormir ni comer ni tomarse un triste café, estos nuestros mandatarios aprobaban un plan para apoyar el empleo juvenil dotado de un montón de dinero que saldrá como siempre del bolsillo de los padres, abuelos y demás familia y amigos de los mismos jóvenes a los que se dirige el plan. Bueno, la situación era insostenible y había que hacer algo porque a nuestros amigos europeos no les gusta nada nadita que en este país los jóvenes se pasen los días pateando las ciudades buscando un sitio en donde poder trabajar un montón de horas por un sueldo muy, pero que muy inferior, a sus capacidades y formación.
Lo dicho, se pusieron a trabajar y aprobaron un plan que contempla un montonazo de medidas a corto y medio y largo plazo para incentivar el empleo juvenil. Entiéndase por empleo juvenil aquel que acoge a los menores de 30 años. Como digo, son un montón de medidas que está por ver en los próximos meses si sirven de algo.
A la lectura de tal información en mi diario de cabecera yo reflexiono y me pregunto: evidentemente es una obligación de cualquier gobierno democrático el dotar de recursos a sus jóvenes (electores o no) para que éstos puedan acceder a una formación y un empleo de calidad. Evidentemente, a ningún gobierno le gusta que sus jóvenes y sobradamente preparados universitarios emigren a otros países más si cabe cuándo no se sabe qué pasará en los próximos años con el voto extranjero. Evidentemente, la sociedad aplaude (yo incluida) estas iniciativas. Pero mi pregunta es: ¿qué pasa con aquellos que ya pasamos la treintena y nos movemos más bien entre los 30 y los 45? Señores mandatarios; seguimos siendo licenciados (a pesar de que para el Plan Bolonia todos seamos graduados); aportamos experiencia para futuros empleos (sí, de aquellos años en los que este país se trabajaba); cuando empezó la crisis y perdimos nuestros empleos no nos quedamos quietos sino que hicimos un montón de cursos (la mayoría del SEPE) e incluso aprendimos idiomas y, ¿para qué? Para nada. Si los que estamos entre los 30 y los 40 lo tenemos difícil (y señores, somos los que mayoritariamente perdimos empleo por aquello del boom del ladrillo y bla, bla, bla), los que pasan de los 40 ¡ay, pobres!, son poco más que olvidados de la mano de Dios, sea cuál sea el Dios de cada uno.
Por si algún político de turno lee esto algún día, sepan ustedes, señorones de despacho y silla de cuero, que en este país los mayores de 30, de 40 y de 50 también queremos trabajar porque casi todos tenemos que mantener a hijos que a este paso nos mantendrán a nosotros ya que van a ser los únicos que  trabajen. Piensen que a los de 30 y 40 sobre todo, y gracias a sus reformas, aún les quedan muchos años por cotizar a esta Seguridad Social que también se quieren cargar antes de poder jubilarse y vivir una digna tercera edad; si es que en este país alguna vez se vuelve a vivir dignamente.
Y yo, que soy coetánea de nuestra Constitución, empiezo a preguntarme si tanto ella como yo nos estaremos quedando obsoletas para ciertas cosas y cuánto tiempo van a tardar los poderosos en mandarnos al baúl de los recuerdos. En fin, que lo que de verdad me asusta es tener que decir algún día que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.

miércoles, 13 de marzo de 2013

EL ENOTURISMO APUESTA POR EL EMPLEO


“El enoturismo puede crear 50.000 puestos de trabajo en empleo indirecto”. Esta afirmación es lo que se desprende del informe de ACEVIN hecho público la pasada semana. Según dicha asociación, el objetivo para los próximos años es conseguir que el visitante de las bodegas repita, o lo que es lo mismo, fidelizar al cliente.
Está claro que vivimos en un país afortunado tanto por la variedad como por la calidad de nuestros caldos, de norte a sur y de este a oeste. Pero también somos afortunados por contar con gente que trabaja sus viñedos con el esmero y la dedicación de nuestros viticultores, echándole horas tanto en verano como en invierno y vendimiando incluso en zonas en donde ni siquiera la imaginación del pintor más surrealista recomendaría hacerlo como demuestra la Viticultura Heroica de la Ribeira Sacra.
Como ya se ha dicho en otras ocasiones el turismo es nuestro motor económico y demuestra que sabe reinventarse a sí mismo; cuando el turismo de sol y playa parece no lucir tan espléndido como en otras temporadas porque le pesa la competencia sobre todo, con los países del Mediterráneo; buscamos otras fórmulas para atraer al visitante y que éste se lleve un buen sabor de boca. Que repita será sólo cuestión de tiempo y acabaremos por conseguirlo.
En estos tiempos en donde todo son malas noticias; ERES, pesimismo sobre el déficit, recortes, etc., el enoturismo apuesta por dar una gran noticia como sin duda es la creación de puestos de trabajo. Y es aquí en donde, de la manera más positiva quiero hacer una llamada de atención a las cinco D.O con las que contamos en Galicia y  animarles a que apuesten en serio por el enoturismo. Desde mi punto de vista no hay nada que perder y mucho que ganar porque la tierra, el paisaje, el trabajo, las gentes, y, lo más importante, un gran producto, eso, ya lo tenemos y sin nada que envidiar a otras D.O que sí están haciendo del enoturismo su buque insignia. Ánimo pues.

martes, 5 de marzo de 2013

LA RIBEIRA SACRA. ¿DESTINO TURÍSTICO?



La Ribeira Sacra es una zona de gran riqueza patrimonial y natural que se localiza entre las provincias de Lugo y Ourense, sirviendo los ríos Miño, Sil y Cabe de frontera natural entre los dos territorios. Comprende veintidós ayuntamientos en total y su riqueza es tal que, con la incoación del expediente de declaración de la zona como Patrimonio de la Humanidad, se pretendían proteger la friolera de 16 pazos, 25 torres, 105 casas grandes, 5 puentes, 121 capillas, 60 casas rectorales, 203 iglesias, 10 ermitas, 5 prioratos, 3 santuarios y 7 monasterios. Por lo que respecta a su valor natural, en sus montes y ríos podemos observar la trucha común y la americana, la angula, las nutrias o las ranas y aves como el cuco, el mirlo, el cuervo, el águila, la ardilla, la lechuza, el búho, la cigüeña, el halcón, la abubilla, la codorniz, los conejos y las liebres, el ciervo, el lobo (que a pesar de estar a punto de extinguirse, en los últimos años ha aumentado su presencia) y el jabalí.
A todo esto hay que sumar la rica gastronomía y los excelentes caldos de la denominación de origen Ribeira Sacra. En su conjunto, un placer para los sentidos.
Como presentación general para aquellos que no conozcan la zona no está mal ¿no?
Dicho esto, creo que queda claro que la zona tiene mucho que aportar al turismo de interior de las dos provincias. Hay mucho por hacer y mucho dónde hacerlo. Ahora bien, ¿porqué no se postula entonces como el destino turístico que sin duda debe ser?.
A esta pregunta hay muchas respuestas aunque personalmente yo creo que lo principal, el primer paso para conseguirlo, es un cambio de mentalidad radical de los habitantes de la zona. Y este cambio es necesario porque como en casi todos los destinos de interior, existe la creencia de que lo nuestro no puede competir de ninguna forma con los destinos de sol y playa y eso no es del todo cierto.
El principal problema de la zona a mi modo de ver es el envejecimiento de la población y el desconocimiento o desinterés de las generaciones más jóvenes. Y solucionar eso es cuestión de cambio de mentalidad y de potenciar las oportunidades que se ofrecen.
En un mundo globalizado como el que tenemos ya no se puede seguir pensando en pequeño, es decir, si se pretende tener éxito no se puede empezar su búsqueda pensando sólo en “mi” empresa. Y esto, que parece tan obvio, es un gran problema en esta zona. Quizá en gran parte por lo dicho, porque muchos negocios están gestionados por personas al borde de la jubilación que están cansados de luchar constantemente porque llevan toda una vida haciéndolo y porque ya han demostrado todo lo que tenían que demostrar. No me parece en absoluto criticable pero no deja de ser un ejemplo de que se necesita savia nueva.
Si tenemos las generaciones de jóvenes mejor preparados de nuestra historia, ¿por qué no se les dan las oportunidades que necesitan para que se queden aquí? Es mentira eso de aquí no hay trabajo. Lo que no hay es una infraestructura válida que facilite a la gente joven a emprender en esta zona, todo son inconvenientes, trabas burocráticas e institucionales, procesos demasiado largos y demasiado costosos, no olvidemos que en este país para todo hay que adelantar dinero.
Hay que trabajar desde muchos sectores diferentes para hacer que “Ribeira Sacra” sea una marca en sí misma, sinónimo de calidad de vida, de bienestar, de oportunidades, de futuro.
Desde mi modesto punto de vista esto es lo que se necesita para convertirse en destino turístico. Todo lo demás nos lo da la propia tierra, sólo es cuestión de saber aprovecharlo.

lunes, 4 de marzo de 2013

LA DECISIÓN DE DAVID



El mejor y más laureado deportista olímpico español, se nos va. Dicho así suena trágico pero es que nuestro David Cal ha decidido, como tantos otros jóvenes en este nuestro país, hacer las maletas y emigrar. Su motivo, como el de casi todos, mejorar. O lo que es lo mismo, tiene la oportunidad de preparar los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro entrenando en la pista donde tendrá que competir por seguir agrandando su leyenda. Y eso, evidentemente, es una gran ventaja.
Hay otros motivos detrás de su decisión, económicos, claro, pero el bueno de David no ha querido entrar en valoraciones más profundas alegando que hay que ser responsable con la situación del país.
Así pues, allá se va con todas sus (y nuestras) ilusiones intactas. Y a mí, fiel seguidora de los deportistas en general y de los gallegos en particular – permítaseme sacar pecho- se ocurre una pregunta a estas alturas. Si todos en estos años entrenando en Pontevedra se ha traído a casa cinco medallas, ¿de qué no será capaz conociendo la pista de competición cuatro años antes? Habrá que esperar para saberlo pero si la diosa Fortuna le acompaña, estoy convencida que habrá merecido la pena.
Por otra parte, David se va con una gran noticia debajo del brazo. Y sin que sirva de precedente aplaudiré en este caso a la Xunta de Galicia que ha decidido proponerle como candidato al premio Príncipe de Asturias del Deporte. La competencia será dura porque en estos años de grandeza deportiva, son muchos los candidatos que se lo merecen pero creo que apoyar la candidatura de David es una forma de apoyar a uno de esos deportes minoritarios que, sin embargo, siempre nos da alegrías. Desde aquí firmo mi apoyo y os pediré, abusando de la confianza, que le apoyéis también porque como bien dice el refrán, es de bien nacidos ser agradecidos.

EL 1% CULTURAL, ESE GRAN DESCONOCIDO



El artículo 68.1 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español dice textualmente:
En el presupuesto de cada obra pública, financiada total o parcialmente por el Estado, se incluirá una partida equivalente al menos al 1% de los fondos que sean de aportación estatal con destino a financiar trabajos de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español o de fomento de la creatividad artística, con preferencia en la propia obra o en su inmediato entorno”.
Y yo me pregunto: ¿cuántos de los que leéis este blog sabe que existe tal artículo?, ¿en cuántas de las obras públicas que se han desarrollado estos últimos años, se ha puesto en práctica esta normativa?, ¿por qué no se exige que se cumpla esta disposición?, ¿por qué no hay un departamento específico en los institutos de Patrimonio que se encargue de la solicitud, tramitación y aplicación del 1% cultural?.
Podría seguir indefinidamente con las preguntas pero creo que es más ilustrativo de todo el potencial que se está perdiendo en cuanto a la restauración y conservación de nuestro patrimonio, poner un simple ejemplo. Permitidme que dicho ejemplo sea de mi tierra, por aquello de que me pilla más de cerca.
Hace apenas una semana se abría al público un tramo de 19 km de la autovía Ourense-Celanova, que reduce la distancia de viaje hasta los veinte minutos y cuya licitación fue concedida por 91.507.849,69 euros, más IVA, fijando un coste para las expropiaciones de terreno de 5.560.424,95 euros. La operación matemática es sencilla y si se aplicase, una cantidad de dinero nada despreciable podría destinarse a la restauración de la impresionante y bella Catedral de Ourense que sufre de humedades, maleza y deterioro de sus frescos desde hace años y, más recientemente de pintadas consecuencia del incontrolado vandalismo juvenil.
Y así, un sinfín de ejemplos.
Desde aquí sólo pretendo dar a conocer este artículo de la ley  para echarle una mano a la ingente cantidad de Patrimonio que por suerte tiene este país. Como ya dije en otra ocasión, hay que apostar por él porque está llamado a ser el elemento diferenciador de nuestro turismo, aportando un plus de calidad frente a nuestros principales competidores.

¡CAMPEONES, CAMPEONES, OE, OE, OE!




Este ha sido un fin de semana perfecto, deportivamente hablando. Y es que últimamente, las únicas alegrías que este país recibe vienen dadas por el deporte, que ya ha dejado de ser simplemente una fuente de salud sino que se ha convertido también en fuente de prestigio internacional. Chapeaux a nuestros deportistas.
Este fin de semana nos hemos proclamado por segunda vez Campeones del Mundo de Balonmano y un chiquillo madrileño de sólo veintiún años se ha proclamado por primera vez en la historia Campeón de Europa de Patinaje Artístico. Olé!
Como aficionada que soy al deporte en general no puedo sino sentirme orgullosa de todo lo que poco a poco se va consiguiendo y sin quitarle ni una pizca de mérito a los chicos del balonmano quiero centrarme en el Patinaje ya que es una de las disciplinas más desconocidas, duras y bellas al mismo tiempo.
Hace unos meses, el Ministro de Cultura concedía una entrevista en la que se le recordaban todos los éxitos que nuestros deportistas están consiguiendo en multitud de disciplinas y se le preguntaba qué quedaba por hacer. Haciendo un gran ejercicio de contención el Ministro contestaba que aún quedaba mucho trabajo, sobre todo en lo referente a los deportes de invierno. Pues bien, totalmente de acuerdo Sr. Ministro.
Y creo que lo primero que se debería hacer, mucho antes de preocuparnos porque nuestros deportistas lleguen a competiciones internacionales, es aportarles todas aquellas infraestructuras y medios que necesiten para desarrollar su actividad. Porque recordemos que nuestro flamante campeón de Europa en Patinaje, ha tenido que marcharse a entrenar a Canadá porque aquí aún estamos a años luz de poder ofrecerle, a él y a tantos otros, el apoyo que realmente necesitan. Por eso tiene aún más mérito todo lo que se está consiguiendo.
Reclamo desde mi humilde posición que el Ministerio de Cultura pague la deuda moral con todos esos chicos y chicas que llevan el nombre de nuestro país a lo más alto y que se les den todas las facilidades que necesiten para poder entrenar a alto nivel sin tener que abandonar su país. Es sabido que las empresas privadas también han de poner su granito de arena y patrocinar a estos talentos porque han demostrado que son más que rentables. Dejemos pues de construir aeropuertos sin aviones, centros cívicos sin mayores y otras majaderías por el estilo y preocupémonos por potenciar el trabajo y el sacrificio de todas nuestras promesas porque está más que claro, que, cuando se confía en ellos, nunca defraudan.

APOSTANDO POR EL PATRIMONIO CULTURAL




Hace unos días, el diario El País, publicaba la noticia de que Gas Natural volvía a secar el Miño y pedía permisos para ampliar más embalses. Y la Asociación Profesional de Historiadores del Arte de Galicia (Aphag) se hacía esta pregunta en su perfil social: “¿Cómo concienciar a los políticos y a los empresarios de que el patrimonio cultural es un recurso no renovable?”
Yo, personalmente creo por un lado, que políticos y empresarios son dos ramas del mismo árbol, y por otro, que tanto a unos como a otros sólo se les convence con cifras económicas, es decir, con márgenes de beneficios y trozos de pastel a repartir.
Los tan denostados ecologistas, los historiadores del arte, los que trabajan y viven del patrimonio natural y cultural o simplemente los amantes del arte y la naturaleza sabemos que es necesaria una economía rentable sí, pero también sostenible y respetuosa pero nuestra clase política/ empresarial no está formada por ecologistas, ni historiadores del arte, ni amantes de nada. Está formada por seres que sólo entienden de llenarse los bolsillos y vivir a pierna suelta.
Por eso, creo que la única forma de concienciarlos es demostrando que el patrimonio cultural puede y debe ser tan rentable como los parques eólicos que tan normales nos parecen ya en nuestros paisajes. Pero para convencerlos hay que salir del letargo en el que estamos y que nuestra generación, esa que dicen que es la mejor formada de la historia, empiece a poner sus cabecitas a funcionar para buscar fórmulas con las que rentabilizar esos recursos. No me cabe la menor duda de que talento, en este país, sobra.
Y si una vez hecho esto, siguen sin convencerse habrá que salir a las calles y gritar para que se nos oiga. Porque yo, en los últimos meses he visto manifestaciones por todo tipo de cosas, unas veces con más razón y mejores formas que otras, pero no he escuchado ni una sóla queja, exceptuando a los afectados, ni una sola denuncia cuando en el verano pasado los incendios forestales se cargaban de un plumazo Parques Naturales o Espacios Protegidos.
No se me malinterprete, no estoy llamando a la violencia, nada más lejos de mis ideales ni de mi forma de entender la vida, pero creo que a veces, sólo a veces, hay que gritar para que se nos escuche. 

lunes, 11 de febrero de 2013

RECUPERANDO LA FE




Todavía hay motivos para creer, que nadie se desespere. Y es que a veces surgen noticias que le hacen a uno recuperar momentáneamente la fe en la clase política de este país. En medio de toda esta vorágine de personajes avariciosos y fanfarrones que tan a menudo salen en los noticieros, una noticia llamó mi atención en estos días, y la llamó porque ¡era buena! Es necesario pues compartirla.
El titular de la noticia es: El ayuntamiento de Alzira (Valencia) expropia viviendas a entidades bancarias.
Evidentemente, no cambié automáticamente de canal y me quedé a escuchar. Y sí, era exactamente eso. El ayuntamiento de esta localidad valenciana ha comenzado a expropiar viviendas a las entidades bancarias para ofrecerlas como alquileres sociales a familias que hayan sufrido desahucios o que tengan dificultades económicas. Se trata de viviendas que han quedado en “stock” en algunas entidades bancarias que han sido intervenidas y que dichas entidades no quieren conservar para no tener que pagar el IBI y los gastos de registro.
Ante esta situación y apoyándose en una normativa que obliga a los propietarios a mantener en condiciones habitables dichos inmuebles, el ayuntamiento ha procedido a su expropiación. ¡Bien hecho!
El objetivo del equipo de gobierno es rehabilitar dichas propiedades con lo que se aseguran la creación de empleo para varias empresas de la zona y, una vez restauradas, como ya se ha dicho ofrecerlas en alquiler social. Dos pájaros de un tiro.  
Y ante esto, una no puede más que aplaudir y preguntarse por qué no hay más políticos así, que gobiernen con el sentido común y no con la chequera y porque no somos todos un poquito más personas y menos egocéntricos.
Hoy, por lo menos, me iré con un poquito menos de malestar a la cama.

lunes, 28 de enero de 2013

A VUELTAS CON LA REFORMA EDUCATIVA


Y vuelta la burra al trigo, que dirían en mi casa. Cada vez que este país cambia de gobierno tenemos dos temas que no fallan nunca en la mesa de debate: la reforma laboral y la reforma educativa. ¡Qué cruz! ¿Pero es que de verdad que no se dan cuenta de que cada uno lo hace peor que el anterior?
Yo sí que creo que este país necesita como el comer una reforma educativa, pero no tanto en las materias, en los contenidos o en los idiomas en los que se estudia sino en el origen mismo de la palabra educativa. Se supone que la Enseñanza, es para eso, para enseñar y la Educación para educar. O por lo menos así era cuando yo estudié, que con tantas reformas igual ya ha cambiado hasta el significado de las palabras. Pues bien, en este país sí se enseña pero no se educa y, desde luego, no se motiva, lo que desde mi punto de vista es uno de los factores claves del fracaso escolar.
Digo que sí se enseña porque está claro que los niños y jóvenes de este país al colegio o al instituto ir, van. Y la mayoría de  los profesionales de nuestros centros se dejan las pestañas y a veces la salud intentando hacer de nuestros hijos personas de bien independientemente del futuro que elijan en su momento.
Y digo que no se educa, porque simplemente, no se educa. Sólo hace falta escoger al azar algunos casos de fracaso escolar y ver lo que hay detrás: familias desestructuradas, problemas de disciplina, conductas agresivas, entornos conflictivos, etc. Trabajar en estos campos es muy difícil, soy consciente, pero es que es primordial hacerlo y recortar en estos aspectos es un grave, grave error.
Y por supuesto no se motiva. ¿Pero cómo va a motivar un país con seis millones de parados?  Las administraciones públicas hacen lo que pueden (ejem, ejem) en este terreno. Hace unos días, sin ir más lejos, la Xunta de Galicia, aprobaba una inversión de 3,3 millones de euros para los Contratos Programa, que no son más que clases de apoyo a los niños con dificultades de aprendizaje. Y que conste que me parece bien.
Lo que no me parece bien es que se invierta esa cantidad de dinero para que el día de mañana, una vez que esos niños a los que se les ha apoyado, lleguen a conseguir un título y se vean avocados a las listas del SEPE. No es justo.
Hay que invertir y luchar contra el fracaso escolar, SÍ. Pero esto debería venir de la mano de planes de apoyo al empleo para que esos esfuerzos no se queden en nada. Sólo así evitaremos tener que escuchar cosas como la que yo misma escuché hace un tiempo en un autobús. Una madre le decía a su hijo de cinco o seis años que tenía que portarse bien y estudiar mucho para ser importante cuando fuese mayor. A lo que el niño respondió: ¡no sé para qué, el padrino tiene una carrera y no trabaja!
Queda mucho, mucho por hacer para que ese niño cambie de opinión.