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miércoles, 20 de marzo de 2013

A PESAR DE LO QUE DIGA EL PRESI, SIGO SIENDO JOVEN


El pasado mes de febrero este nuestro gobierno nos daba una “buena noticia”, lo cual ya es noticia en sí misma. Después de muchas horas de reunión, arduas jornadas de trabajo, interminables sesiones negociadoras, sin apenas dormir ni comer ni tomarse un triste café, estos nuestros mandatarios aprobaban un plan para apoyar el empleo juvenil dotado de un montón de dinero que saldrá como siempre del bolsillo de los padres, abuelos y demás familia y amigos de los mismos jóvenes a los que se dirige el plan. Bueno, la situación era insostenible y había que hacer algo porque a nuestros amigos europeos no les gusta nada nadita que en este país los jóvenes se pasen los días pateando las ciudades buscando un sitio en donde poder trabajar un montón de horas por un sueldo muy, pero que muy inferior, a sus capacidades y formación.
Lo dicho, se pusieron a trabajar y aprobaron un plan que contempla un montonazo de medidas a corto y medio y largo plazo para incentivar el empleo juvenil. Entiéndase por empleo juvenil aquel que acoge a los menores de 30 años. Como digo, son un montón de medidas que está por ver en los próximos meses si sirven de algo.
A la lectura de tal información en mi diario de cabecera yo reflexiono y me pregunto: evidentemente es una obligación de cualquier gobierno democrático el dotar de recursos a sus jóvenes (electores o no) para que éstos puedan acceder a una formación y un empleo de calidad. Evidentemente, a ningún gobierno le gusta que sus jóvenes y sobradamente preparados universitarios emigren a otros países más si cabe cuándo no se sabe qué pasará en los próximos años con el voto extranjero. Evidentemente, la sociedad aplaude (yo incluida) estas iniciativas. Pero mi pregunta es: ¿qué pasa con aquellos que ya pasamos la treintena y nos movemos más bien entre los 30 y los 45? Señores mandatarios; seguimos siendo licenciados (a pesar de que para el Plan Bolonia todos seamos graduados); aportamos experiencia para futuros empleos (sí, de aquellos años en los que este país se trabajaba); cuando empezó la crisis y perdimos nuestros empleos no nos quedamos quietos sino que hicimos un montón de cursos (la mayoría del SEPE) e incluso aprendimos idiomas y, ¿para qué? Para nada. Si los que estamos entre los 30 y los 40 lo tenemos difícil (y señores, somos los que mayoritariamente perdimos empleo por aquello del boom del ladrillo y bla, bla, bla), los que pasan de los 40 ¡ay, pobres!, son poco más que olvidados de la mano de Dios, sea cuál sea el Dios de cada uno.
Por si algún político de turno lee esto algún día, sepan ustedes, señorones de despacho y silla de cuero, que en este país los mayores de 30, de 40 y de 50 también queremos trabajar porque casi todos tenemos que mantener a hijos que a este paso nos mantendrán a nosotros ya que van a ser los únicos que  trabajen. Piensen que a los de 30 y 40 sobre todo, y gracias a sus reformas, aún les quedan muchos años por cotizar a esta Seguridad Social que también se quieren cargar antes de poder jubilarse y vivir una digna tercera edad; si es que en este país alguna vez se vuelve a vivir dignamente.
Y yo, que soy coetánea de nuestra Constitución, empiezo a preguntarme si tanto ella como yo nos estaremos quedando obsoletas para ciertas cosas y cuánto tiempo van a tardar los poderosos en mandarnos al baúl de los recuerdos. En fin, que lo que de verdad me asusta es tener que decir algún día que “cualquier tiempo pasado fue mejor”.

miércoles, 13 de marzo de 2013

EL ENOTURISMO APUESTA POR EL EMPLEO


“El enoturismo puede crear 50.000 puestos de trabajo en empleo indirecto”. Esta afirmación es lo que se desprende del informe de ACEVIN hecho público la pasada semana. Según dicha asociación, el objetivo para los próximos años es conseguir que el visitante de las bodegas repita, o lo que es lo mismo, fidelizar al cliente.
Está claro que vivimos en un país afortunado tanto por la variedad como por la calidad de nuestros caldos, de norte a sur y de este a oeste. Pero también somos afortunados por contar con gente que trabaja sus viñedos con el esmero y la dedicación de nuestros viticultores, echándole horas tanto en verano como en invierno y vendimiando incluso en zonas en donde ni siquiera la imaginación del pintor más surrealista recomendaría hacerlo como demuestra la Viticultura Heroica de la Ribeira Sacra.
Como ya se ha dicho en otras ocasiones el turismo es nuestro motor económico y demuestra que sabe reinventarse a sí mismo; cuando el turismo de sol y playa parece no lucir tan espléndido como en otras temporadas porque le pesa la competencia sobre todo, con los países del Mediterráneo; buscamos otras fórmulas para atraer al visitante y que éste se lleve un buen sabor de boca. Que repita será sólo cuestión de tiempo y acabaremos por conseguirlo.
En estos tiempos en donde todo son malas noticias; ERES, pesimismo sobre el déficit, recortes, etc., el enoturismo apuesta por dar una gran noticia como sin duda es la creación de puestos de trabajo. Y es aquí en donde, de la manera más positiva quiero hacer una llamada de atención a las cinco D.O con las que contamos en Galicia y  animarles a que apuesten en serio por el enoturismo. Desde mi punto de vista no hay nada que perder y mucho que ganar porque la tierra, el paisaje, el trabajo, las gentes, y, lo más importante, un gran producto, eso, ya lo tenemos y sin nada que envidiar a otras D.O que sí están haciendo del enoturismo su buque insignia. Ánimo pues.

martes, 5 de marzo de 2013

LA RIBEIRA SACRA. ¿DESTINO TURÍSTICO?



La Ribeira Sacra es una zona de gran riqueza patrimonial y natural que se localiza entre las provincias de Lugo y Ourense, sirviendo los ríos Miño, Sil y Cabe de frontera natural entre los dos territorios. Comprende veintidós ayuntamientos en total y su riqueza es tal que, con la incoación del expediente de declaración de la zona como Patrimonio de la Humanidad, se pretendían proteger la friolera de 16 pazos, 25 torres, 105 casas grandes, 5 puentes, 121 capillas, 60 casas rectorales, 203 iglesias, 10 ermitas, 5 prioratos, 3 santuarios y 7 monasterios. Por lo que respecta a su valor natural, en sus montes y ríos podemos observar la trucha común y la americana, la angula, las nutrias o las ranas y aves como el cuco, el mirlo, el cuervo, el águila, la ardilla, la lechuza, el búho, la cigüeña, el halcón, la abubilla, la codorniz, los conejos y las liebres, el ciervo, el lobo (que a pesar de estar a punto de extinguirse, en los últimos años ha aumentado su presencia) y el jabalí.
A todo esto hay que sumar la rica gastronomía y los excelentes caldos de la denominación de origen Ribeira Sacra. En su conjunto, un placer para los sentidos.
Como presentación general para aquellos que no conozcan la zona no está mal ¿no?
Dicho esto, creo que queda claro que la zona tiene mucho que aportar al turismo de interior de las dos provincias. Hay mucho por hacer y mucho dónde hacerlo. Ahora bien, ¿porqué no se postula entonces como el destino turístico que sin duda debe ser?.
A esta pregunta hay muchas respuestas aunque personalmente yo creo que lo principal, el primer paso para conseguirlo, es un cambio de mentalidad radical de los habitantes de la zona. Y este cambio es necesario porque como en casi todos los destinos de interior, existe la creencia de que lo nuestro no puede competir de ninguna forma con los destinos de sol y playa y eso no es del todo cierto.
El principal problema de la zona a mi modo de ver es el envejecimiento de la población y el desconocimiento o desinterés de las generaciones más jóvenes. Y solucionar eso es cuestión de cambio de mentalidad y de potenciar las oportunidades que se ofrecen.
En un mundo globalizado como el que tenemos ya no se puede seguir pensando en pequeño, es decir, si se pretende tener éxito no se puede empezar su búsqueda pensando sólo en “mi” empresa. Y esto, que parece tan obvio, es un gran problema en esta zona. Quizá en gran parte por lo dicho, porque muchos negocios están gestionados por personas al borde de la jubilación que están cansados de luchar constantemente porque llevan toda una vida haciéndolo y porque ya han demostrado todo lo que tenían que demostrar. No me parece en absoluto criticable pero no deja de ser un ejemplo de que se necesita savia nueva.
Si tenemos las generaciones de jóvenes mejor preparados de nuestra historia, ¿por qué no se les dan las oportunidades que necesitan para que se queden aquí? Es mentira eso de aquí no hay trabajo. Lo que no hay es una infraestructura válida que facilite a la gente joven a emprender en esta zona, todo son inconvenientes, trabas burocráticas e institucionales, procesos demasiado largos y demasiado costosos, no olvidemos que en este país para todo hay que adelantar dinero.
Hay que trabajar desde muchos sectores diferentes para hacer que “Ribeira Sacra” sea una marca en sí misma, sinónimo de calidad de vida, de bienestar, de oportunidades, de futuro.
Desde mi modesto punto de vista esto es lo que se necesita para convertirse en destino turístico. Todo lo demás nos lo da la propia tierra, sólo es cuestión de saber aprovecharlo.

lunes, 4 de marzo de 2013

LA DECISIÓN DE DAVID



El mejor y más laureado deportista olímpico español, se nos va. Dicho así suena trágico pero es que nuestro David Cal ha decidido, como tantos otros jóvenes en este nuestro país, hacer las maletas y emigrar. Su motivo, como el de casi todos, mejorar. O lo que es lo mismo, tiene la oportunidad de preparar los próximos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro entrenando en la pista donde tendrá que competir por seguir agrandando su leyenda. Y eso, evidentemente, es una gran ventaja.
Hay otros motivos detrás de su decisión, económicos, claro, pero el bueno de David no ha querido entrar en valoraciones más profundas alegando que hay que ser responsable con la situación del país.
Así pues, allá se va con todas sus (y nuestras) ilusiones intactas. Y a mí, fiel seguidora de los deportistas en general y de los gallegos en particular – permítaseme sacar pecho- se ocurre una pregunta a estas alturas. Si todos en estos años entrenando en Pontevedra se ha traído a casa cinco medallas, ¿de qué no será capaz conociendo la pista de competición cuatro años antes? Habrá que esperar para saberlo pero si la diosa Fortuna le acompaña, estoy convencida que habrá merecido la pena.
Por otra parte, David se va con una gran noticia debajo del brazo. Y sin que sirva de precedente aplaudiré en este caso a la Xunta de Galicia que ha decidido proponerle como candidato al premio Príncipe de Asturias del Deporte. La competencia será dura porque en estos años de grandeza deportiva, son muchos los candidatos que se lo merecen pero creo que apoyar la candidatura de David es una forma de apoyar a uno de esos deportes minoritarios que, sin embargo, siempre nos da alegrías. Desde aquí firmo mi apoyo y os pediré, abusando de la confianza, que le apoyéis también porque como bien dice el refrán, es de bien nacidos ser agradecidos.

EL 1% CULTURAL, ESE GRAN DESCONOCIDO



El artículo 68.1 de la Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español dice textualmente:
En el presupuesto de cada obra pública, financiada total o parcialmente por el Estado, se incluirá una partida equivalente al menos al 1% de los fondos que sean de aportación estatal con destino a financiar trabajos de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español o de fomento de la creatividad artística, con preferencia en la propia obra o en su inmediato entorno”.
Y yo me pregunto: ¿cuántos de los que leéis este blog sabe que existe tal artículo?, ¿en cuántas de las obras públicas que se han desarrollado estos últimos años, se ha puesto en práctica esta normativa?, ¿por qué no se exige que se cumpla esta disposición?, ¿por qué no hay un departamento específico en los institutos de Patrimonio que se encargue de la solicitud, tramitación y aplicación del 1% cultural?.
Podría seguir indefinidamente con las preguntas pero creo que es más ilustrativo de todo el potencial que se está perdiendo en cuanto a la restauración y conservación de nuestro patrimonio, poner un simple ejemplo. Permitidme que dicho ejemplo sea de mi tierra, por aquello de que me pilla más de cerca.
Hace apenas una semana se abría al público un tramo de 19 km de la autovía Ourense-Celanova, que reduce la distancia de viaje hasta los veinte minutos y cuya licitación fue concedida por 91.507.849,69 euros, más IVA, fijando un coste para las expropiaciones de terreno de 5.560.424,95 euros. La operación matemática es sencilla y si se aplicase, una cantidad de dinero nada despreciable podría destinarse a la restauración de la impresionante y bella Catedral de Ourense que sufre de humedades, maleza y deterioro de sus frescos desde hace años y, más recientemente de pintadas consecuencia del incontrolado vandalismo juvenil.
Y así, un sinfín de ejemplos.
Desde aquí sólo pretendo dar a conocer este artículo de la ley  para echarle una mano a la ingente cantidad de Patrimonio que por suerte tiene este país. Como ya dije en otra ocasión, hay que apostar por él porque está llamado a ser el elemento diferenciador de nuestro turismo, aportando un plus de calidad frente a nuestros principales competidores.

¡CAMPEONES, CAMPEONES, OE, OE, OE!




Este ha sido un fin de semana perfecto, deportivamente hablando. Y es que últimamente, las únicas alegrías que este país recibe vienen dadas por el deporte, que ya ha dejado de ser simplemente una fuente de salud sino que se ha convertido también en fuente de prestigio internacional. Chapeaux a nuestros deportistas.
Este fin de semana nos hemos proclamado por segunda vez Campeones del Mundo de Balonmano y un chiquillo madrileño de sólo veintiún años se ha proclamado por primera vez en la historia Campeón de Europa de Patinaje Artístico. Olé!
Como aficionada que soy al deporte en general no puedo sino sentirme orgullosa de todo lo que poco a poco se va consiguiendo y sin quitarle ni una pizca de mérito a los chicos del balonmano quiero centrarme en el Patinaje ya que es una de las disciplinas más desconocidas, duras y bellas al mismo tiempo.
Hace unos meses, el Ministro de Cultura concedía una entrevista en la que se le recordaban todos los éxitos que nuestros deportistas están consiguiendo en multitud de disciplinas y se le preguntaba qué quedaba por hacer. Haciendo un gran ejercicio de contención el Ministro contestaba que aún quedaba mucho trabajo, sobre todo en lo referente a los deportes de invierno. Pues bien, totalmente de acuerdo Sr. Ministro.
Y creo que lo primero que se debería hacer, mucho antes de preocuparnos porque nuestros deportistas lleguen a competiciones internacionales, es aportarles todas aquellas infraestructuras y medios que necesiten para desarrollar su actividad. Porque recordemos que nuestro flamante campeón de Europa en Patinaje, ha tenido que marcharse a entrenar a Canadá porque aquí aún estamos a años luz de poder ofrecerle, a él y a tantos otros, el apoyo que realmente necesitan. Por eso tiene aún más mérito todo lo que se está consiguiendo.
Reclamo desde mi humilde posición que el Ministerio de Cultura pague la deuda moral con todos esos chicos y chicas que llevan el nombre de nuestro país a lo más alto y que se les den todas las facilidades que necesiten para poder entrenar a alto nivel sin tener que abandonar su país. Es sabido que las empresas privadas también han de poner su granito de arena y patrocinar a estos talentos porque han demostrado que son más que rentables. Dejemos pues de construir aeropuertos sin aviones, centros cívicos sin mayores y otras majaderías por el estilo y preocupémonos por potenciar el trabajo y el sacrificio de todas nuestras promesas porque está más que claro, que, cuando se confía en ellos, nunca defraudan.

APOSTANDO POR EL PATRIMONIO CULTURAL




Hace unos días, el diario El País, publicaba la noticia de que Gas Natural volvía a secar el Miño y pedía permisos para ampliar más embalses. Y la Asociación Profesional de Historiadores del Arte de Galicia (Aphag) se hacía esta pregunta en su perfil social: “¿Cómo concienciar a los políticos y a los empresarios de que el patrimonio cultural es un recurso no renovable?”
Yo, personalmente creo por un lado, que políticos y empresarios son dos ramas del mismo árbol, y por otro, que tanto a unos como a otros sólo se les convence con cifras económicas, es decir, con márgenes de beneficios y trozos de pastel a repartir.
Los tan denostados ecologistas, los historiadores del arte, los que trabajan y viven del patrimonio natural y cultural o simplemente los amantes del arte y la naturaleza sabemos que es necesaria una economía rentable sí, pero también sostenible y respetuosa pero nuestra clase política/ empresarial no está formada por ecologistas, ni historiadores del arte, ni amantes de nada. Está formada por seres que sólo entienden de llenarse los bolsillos y vivir a pierna suelta.
Por eso, creo que la única forma de concienciarlos es demostrando que el patrimonio cultural puede y debe ser tan rentable como los parques eólicos que tan normales nos parecen ya en nuestros paisajes. Pero para convencerlos hay que salir del letargo en el que estamos y que nuestra generación, esa que dicen que es la mejor formada de la historia, empiece a poner sus cabecitas a funcionar para buscar fórmulas con las que rentabilizar esos recursos. No me cabe la menor duda de que talento, en este país, sobra.
Y si una vez hecho esto, siguen sin convencerse habrá que salir a las calles y gritar para que se nos oiga. Porque yo, en los últimos meses he visto manifestaciones por todo tipo de cosas, unas veces con más razón y mejores formas que otras, pero no he escuchado ni una sóla queja, exceptuando a los afectados, ni una sola denuncia cuando en el verano pasado los incendios forestales se cargaban de un plumazo Parques Naturales o Espacios Protegidos.
No se me malinterprete, no estoy llamando a la violencia, nada más lejos de mis ideales ni de mi forma de entender la vida, pero creo que a veces, sólo a veces, hay que gritar para que se nos escuche.