Todavía
hay motivos para creer, que nadie se desespere. Y es que a veces surgen
noticias que le hacen a uno recuperar momentáneamente la fe en la clase
política de este país. En medio de toda esta vorágine de personajes avariciosos
y fanfarrones que tan a menudo salen en los noticieros, una noticia llamó mi
atención en estos días, y la llamó porque ¡era buena! Es necesario pues
compartirla.
El
titular de la noticia es: El ayuntamiento
de Alzira (Valencia) expropia viviendas a entidades bancarias.
Evidentemente,
no cambié automáticamente de canal y me quedé a escuchar. Y sí, era exactamente
eso. El ayuntamiento de esta localidad valenciana ha comenzado a expropiar
viviendas a las entidades bancarias para ofrecerlas como alquileres sociales a
familias que hayan sufrido desahucios o que tengan dificultades económicas. Se
trata de viviendas que han quedado en “stock” en algunas entidades bancarias
que han sido intervenidas y que dichas entidades no quieren conservar para no
tener que pagar el IBI y los gastos de registro.
Ante
esta situación y apoyándose en una normativa que obliga a los propietarios a
mantener en condiciones habitables dichos inmuebles, el ayuntamiento ha
procedido a su expropiación. ¡Bien hecho!
El
objetivo del equipo de gobierno es rehabilitar dichas propiedades con lo que se
aseguran la creación de empleo para varias empresas de la zona y, una vez
restauradas, como ya se ha dicho ofrecerlas en alquiler social. Dos pájaros de
un tiro.
Y
ante esto, una no puede más que aplaudir y preguntarse por qué no hay más
políticos así, que gobiernen con el sentido común y no con la chequera y porque
no somos todos un poquito más personas y menos egocéntricos.
Hoy,
por lo menos, me iré con un poquito menos de malestar a la cama.