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sábado, 27 de abril de 2013

NORMAS BÁSICAS PARA UNA BUENA RELACIÓN JEFE/EMPLEADO Y VICEVERSA.


Como el propio título indica hoy vamos a hacer un repaso de las normas básicas para el buen funcionamiento de cualquier empresa o entidad, sea pública o privada. Subrayaré lo de básicas porque, aunque lo son, y no sólo para el ámbito laboral, aún hay muchos empleados, y sobre todo muchos jefes, a los que se le supone una formación y una experiencia más elevadas, que se las saltan a la torera e incluso a veces, con conocimiento de causa.
Antes de empezar, ruego a todos los que me lean, que no se ofendan. Yo misma he sido y soy empleada y algún día pretendo ser jefa así que lo mismo me imprimo este texto y lo pego en un lugar bien visible de mi futuro despacho para tenerlo siempre presente… quién sabe.
Con todo esto, y siempre bajo mi punto de vista, empecemos:

1.      RESPETO: si usted que me lee es empleado, el respeto hacia el jefe es absolutamente imprescindible así que procure mantener un tono de voz cordial, muestre respeto hacia sus decisiones y si no está de acuerdo y le dejan, no demuestre su disconformidad blandiendo espadas ni poniendo el grito en el cielo. Sinceramente, hay formas mejores y más exitosas.

Si es jefe, no estaría de más recordarle que yo soy un/una “simple” trabajador/a y por lo tanto, no me insulte, no me ningunee y no crea que tengo la culpa de todos los males de su empresa porque es la pescadilla que se muerde la cola y como ya he dicho en el punto anterior usted es mi jefe y le debo respeto, el mismo que usted a mí.

2.      COMPROMISO: si el punto anterior se cumple por las dos partes, yo, como empleado no puedo sino comprometerme con la empresa desde el nivel más básico, es decir, me comprometo a ser puntual, a rendir lo máximo en mi trabajo, a no negarme a hacer horas extras si son necesarias y a poner todo mi esfuerzo y mi saber a disposición de los objetivos de la empresa.

Pero también el jefe tiene que comprometerse conmigo a facilitarme la conciliación de la vida laboral y profesional, a escuchar y en su caso debatir mis propuestas y sobre todo a permitirme crecer dentro de la empresa si eso fuese posible. Alguien dijo que alguna que crecer juntos es la mejor forma de crecer.

3.      COMPAÑERISMO: jefe y empleado han de ser ante todo compañeros. Con la cantidad de horas que en este país dedicamos al trabajo, es normal que toda relación se desgaste. Por eso es esencial un buen nivel de compañerismo, porque cuatro ojos siempre ven más que dos, cuatro orejas siempre escuchan más que dos y dos cerebros siempre funcionan mejor que uno. Y si aún así el problema persiste es bueno que el jefe en este caso, sepa parar, salir a tomar una refresco y oxigenar la cabeza con sus compañeros, y volver al trabajo. Piénselo, no es tan utópico lo que digo, a veces sólo es cuestión de echarle sentido común.

viernes, 19 de abril de 2013

LOS MONUMENTOS, ¿VALIOSOS O RENTABLES?


Ayer, 18 de abril de 2013, se celebró el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, que es el nombre correcto de tal evento, y lo aclaro porque todo el mundo sabe lo que es un monumento, pero lo de los “sitios” ya no está tan claro. Pues bien, según la Ley 16/1985 de 25 de junio de Patrimonio Histórico Español, un Sitio Histórico es “el lugar o paraje natural vinculado a acontecimientos o recuerdos del pasado, a tradiciones populares, creaciones culturales o de la naturaleza y a obras del hombre que posean valor histórico, etnológico, paleontológico o antropológico”. Supongo que muchos os habréis quedado igual porque la definición tampoco aclara mucho todo sea dicho, pero quizá os aclare un poco más si os digo que son Sitios Históricos, por ejemplo, San Lorenzo de El Escorial (Madrid), La Granja de San Ildefonso (Segovia), El Balneario y los Jardines de Jabalcuz (Jaén), La Sierra de los Ancares (Lugo y León) o el Palmeral de Orihuela (Alicante), entre otros muchos.
Bien, pues con motivo de tal celebración en el día de ayer, en prácticamente todos los monumentos de este país y de parte del extranjero, se ponen en práctica numerosas iniciativas para ponerlos en valor y darlos a conocer al gran público. Permítaseme aquí que dude del éxito de tales iniciativas, sobre todo porque ayer fue un día laborable. Pero en fin, mejor eso que nada.
Y también con la excusa del Día Internacional han salido a luz montones de estadísticas de lo más variopintas. Una de las que me ha llamado la atención es la que juzga el valor de los monumentos para cada país. En esta estadística se dice que los monumentos más valiosos (y usan esa palabra) son, por este orden, La Torre Eiffel para Francia (544.000 millones de dólares), El Coliseo de Roma para Italia(114.000 millones de dólares) y La Sagrada Familia de Barcelona para España(112.000 millones de dólares). Para realizar esta lista, dice el estudio que se han tenido en cuenta diez parámetros de vivacidad económica, socio-cultural y empresarial, pero no aclara cuáles de ahí que me surja la siguiente pregunta: ¿se refieren a valiosos o a rentables?. Evidentemente si un monumento, como en el caso de la Torre Eiffel, supone casi una quinta parte del P.I.B de Francia, ¿ no se está teniendo en cuenta más en cuenta su rentabilidad que su valor?. La Torre Eiffel, El Coliseo, La Sagrada Familia, etc, son claros ejemplos de lo que potenciar el patrimonio puede suponer para un país aunque a veces el precio que hay que pagar para verlo quede un poco al margen de muchos bolsillos. Lo que pido desde aquí es que no se confunda “valor” con “rentabilidad” porque ya sabemos que el patrimonio cultural, rentable o no, tiene un VALOR incalculable por muchas matemáticas que se usen, porque de momento, todavía no se pueden cuantificar los siglos de historia, la vida de los monumentos o sitios ni el valor emocional que éstos tienen para los que como yo, nos declaramos enamorados de todos ellos.

lunes, 8 de abril de 2013

PEQUEÑOS GRANDES PASOS EN LA RIBEIRA SACRA


Hoy quiero compartir con vosotros un par de proyectos que empiezan a dar sus primeros pasos y que vienen a confirmar eso que ya he dicho en otras ocasiones de que en la Ribeira Sacra hay mucho que hacer porque todo está sin hacer. Espero que, al darlos a conocer, más gente se anime a seguir por este camino y entre todos ayudemos a consolidar la zona como destino turístico.
Hace escasamente un mes, se inauguraba un nuevo albergue en el ayuntamiento de Parada do Sil (Ourense) surgido de la restauración de una antigua fábrica hidroeléctrica que, además, había sido de las primeras en construirse en Galicia para canalizar el caudal del río Mao. En el año 2011 el ayuntamiento de Parada do Sil se propone su recuperación dotándolo de un proyecto coherente con la zona y realizando posteriormente una concesión a una empresa de turismo para su explotación. Hoy en día, la antigua fábrica ofrece los servicios de albergue turístico, cantina, centro de exposiciones, formación ambiental y actividades de turismo activo y recibe el nombre como no, de A Fábrica da Luz.
Su andadura acaba de comenzar pero creo sinceramente que si se realiza una buena gestión interna, no se puede esperar otra cosa que un éxito rotundo porque además de lo que ya comentaba anteriormente tiene una característica muy poco común en los alojamientos rurales de Galicia en general y de Ourense en particular, que a mi modo de ver la hacen diferente y es que tiene capacidad para 28 personas, algo inaudito en la mayoría de establecimientos rurales.
De todo corazón espero que tengan un gran éxito y que su esfuerzo y trabajo sirva de ejemplo para otros casos similares. Con mi visita ya cuentan y espero que con muchas más también.
El segundo proyecto al que quiero dar voz también se está llevando a cabo en el ayuntamiento de Parada do Sil y se trata de del primer Museo del Chocolate de Galicia, después de que la familia de Rosa Casares Prieto cediese la vivienda que sirvió de fábrica de chocolate al consistorio municipal. Al contrario que en A Fábrica da Luz, en este caso aún se está desarrollando el proyecto de rehabilitación para la apertura como museo pero la idea en sí ya me parece interesante, sobre todo para aquellos que, como yo, hemos nacido y vivido en la zona ¡sin enterarnos de que a unos kilómetros existía una fábrica de chocolate!
Como en el caso anterior sólo puedo desearles lo mejor y que el futuro museo haga las delicias de todos los visitantes. A mí personalmente ya se me hace la boca agua de solo pensarlo y se me ocurre que tal vez un día no muy lejano, los amantes de la Ribeira Sacra podamos pasar un fin de semana caminando entre castaños y monasterios románicos y descansar en un albergue con vistas al río mientras degustamos un sabroso chocolate y una copa de mencía. ¿A quién no le apetece?