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miércoles, 5 de febrero de 2014

¡QUÉ PACIENCIA, SEÑOR, QUÉ PACIENCIA!


Hoy ha salido la encuesta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) y como todas las encuestas, los datos que arroja, son interpretados según convenga a unos y otros.
Pero independientemente de opiniones políticas y de datos sobre intención de voto, que, me van a perdonar, pero que alguien que explique a quién preguntan, porque desde luego, imagino yo desde mi ignorancia que si preguntan a los votantes del partido en el gobierno, ninguno dirá que tienen pensado cambiar su intención de voto y si preguntan a los votantes del partido opositor, más de lo mismo. En fin, que a aquellos que no votamos desde hace siglos porque no nos gustan ni unos ni otros ni los que vienen detrás, a nosotros nadie nos pregunta, no vaya a ser que tengamos una opinión coherente que no plazca a las altas esferas. ¡Qué cruz!.
A lo que voy. Más allá de esos datos que la verdad, a la mayoría nos importan bien poco, la encuesta repite temas sabidos ya de todos los años, meses o quincenas porque, permitidme una pregunta, ¿alguien sabe con qué frecuencia se hacen las encuestas del CIS. Pues eso, que la encuesta también refleja los temas que más nos preocupan a los españoles y, esta vez, han quedado, en primer lugar el paro y en segundo la corrupción política. Además, en las notas que los españolitos ponemos a nuestros representantes, no aprueba ni uno, ni el presi, ni la oposición, ni la oposición de la oposición, vamos, si me apuran, creo que ni los representantes de partidos que no existen. ¡Y luego hablan del fracaso escolar!. Vamos, que lo raro sería que en plena crisis nos preocupase el campeonato de Mus de Cimarrón del Medio, digo yo.
Y es aquí donde yo me pregunto: ¿nos preocupa en primer lugar el paro porque los que opinan están en el paro, o nos preocupa el paro porque tenemos conciencia de clase social trabajadora?, o, dicho de otra manera: si no estuviésemos en crisis y en este país hubiese una tasa de paro inferior, digamos, al 10% de la población activa, nos preocuparía lo mismo y en el mismo orden?.
Y es que nos molesta, nos crispa, la corrupción política. Claro que sí. Sobre todo porque en un país con seis millones de parados en donde ni los jóvenes menores de treinta ni los mayores de cuarenta tienen empleo, en el que un buen puñado de familias subsisten todos los días gracias a las pensiones de nuestros mayores o a la economía sumergida de las madres que trabajan de lo que sea, las horas que sea y en las condiciones que sea con tal de tener para dar de comer a sus hijos, en un país así ver cómo los que más tienen, no sólo no comparten sino que además nos roban descaradamente a los demás y encima se van de rositas, no sólo molesta. DUELE.
Y duele también escuchar que cierto gobierno autonómico espera que sea el gobierno central el que sufrague parte de los gastos de su consulta soberanista. Que a ver, que si se van a quedar más tranquilos celebrando el dichoso referéndum pues que lo hagan, no vaya ser que les salga una úlcera, pero que se lo paguen ellos porque señores, con mis impuestos, con mi dinero, me niego. Y no porque me caigan mal o porque tema que se rompa España ni todas esas memeces que se escuchan a veces, como decía mi abuela, por no estar sordos. Simplemente porque considero que hay muchísimas cosas más prioritarias que se pueden hacer con mis impuestos y no voy a poner ejemplos porque todos tenemos seguro, un billón de ideas.

Así las cosas me importa un comino (por no ser soez) la encuesta del CIS porque mientras en este país no seamos capaces de remar todos en la  misma dirección para salir de ésta, pues seguiremos sacando a la luz datos chorras que lo único que pretenden es desviar nuestra atención y adoctrinarnos como corderitos. Y oye, que nada, que nos cuesta entenderlo. ¡Qué paciencia, Señor, qué paciencia!

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